Un nuevo temblor, el cuarto en lo que va del año, se registró en la madrugada de ayer en Salta. Según datos del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), con sede en la provincia de San Juan, el sismo ocurrió a las 0.49 y alcanzó el grado IV de intensidad en la escala de Mercalli Modificada en las ciudades cercanas al epicentro. En la escala de Richter, en tanto, la intensidad fue de 4,3 grados.
El temblor tuvo su epicentro en la zona de Cerrillos y La Merced, a 18 kilómetros al sur suroeste de la capital salteña. Si bien hasta ayer no se habían registrado víctimas ni daños materiales, durante la madrugada se vivieron minutos de tensión en algunas zonas de la ciudad, sobre todo en los complejos de edificios de gran altura, como el Monoblock Salta, donde pudo observarse a los vecinos en la calle tras el movimiento de la tierra.
Otros de la zona sur de la ciudad, como los que viven en los edificios de la ampliación de barrio Bancario, sintieron el "sacudón" de una forma más inmediata.
Cada vez más fuertes
Este es el cuarto movimiento sísmico que se registra en la provincia en lo que va del año. El primero fue apenas iniciado el año, el 19 de enero, cuando un movimiento que fue calificado como un "inusual temblor local y superficial" sacudió la zona norte de la ciudad, lo que causó pánico en los vecinos desde Tres Cerritos a Vaqueros y pasó inadvertido para el resto de la ciudad.
Los equipos del INPRES no llegaron, en aquella oportunidad, a detectar el movimiento de la tierra que ocurrió pasadas las 22.30 y que generó cientos de llamadas a los sistemas de emergencia que denunciaban haber oído una explosión seguida por un fuerte movimiento de la tierra.
La segunda vez que se sacudió la tierra en Salta durante este año fue el 17 de marzo a las 9.14, con una intensidad de 3,5 grados en la escala de Mercalli y con epicentro al sur sureste de la capital provincial.
El tercer caso se registró hace menos de dos meses, el 23 de octubre a las 3.24 de la mañana y tuvo una intensidad de 3,8 grados en la escala de Richter y de grado III en la escala modificada de Mercalli. El epicentro en aquella oportunidad fue en la Sierra de Chañi, a unos 40 kilómetros de la capital salteña, y duró, al igual que el de la madrugada de ayer, varios segundos.
El "triángulo de la vida"
No es un secreto que la provincia está situada en una zona de alto riesgo sísmico y los últimos movimientos encendieron la luz de alerta en varios sectores de la sociedad local.
Hay un método nuevo, que recomienda la Cruz Roja Chilena (un país con vasta experiencia en estos desagradables sucesos) y organismos y organizaciones de varios países en cuanto a un método para ponerse a salvo durante un movimiento sísmico llamado el "triángulo de la vida".
Tradicionalmente, los marcos de las puertas fueron lugares seguros para protegerse en un sismo, pero en algunas construcciones este método puede resultar una trampa mortal. El "triángulo de la vida" es un método que recomienda ubicarse al costado de algún mueble, como por ejemplo una mesa. Es importante no ubicarse bajo el centro de la mesa -que puede romperse al caer sobre él elementos pesados-, sino apegado hacia las bases que la soporten. Si se desprenden materiales y caen sobre esta parte, tenderán a hacerlo en forma oblicua, formando lo que se llama el "triángulo de la vida".
Esto se aplica también a otros lugares. Por ejemplo, si ocurre un terremoto en la noche es conveniente rodar fuera de la cama y quedar tendido a un costado de ella. "Si cae algo se formará el 'triángulo de la vida' con la cama como soporte; lo que caiga sobre ella difícilmente caerá al lado", explican los especialistas.
Recomendaciones
Otra de las recomendaciones habituales que se deben tener en cuenta como forma preventiva y antes de que ocurran este tipo de sucesos es mirar con ojo crítico el propio hogar u oficina para detectar las zonas más seguras y diseñar un plan básico de evacuación hacia lugares seguros.
Hay que tener en cuenta que los cielorrasos falsos son los primeros en ceder ante un temblor fuerte. Las lámparas con tubos fluorescentes también se desprenden con facilidad y pueden convertirse en elementos peligrosos, al igual que estanterías, espejos o maceteros colgantes.
Fuente: EL TRIBUNO DE SALTA - 06-12-08
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