La CNEA le ocultó a los cordobeses su plan de remediación para Dioxitek en Alta Córdoba. Pero lo envió en cambio al Banco Mundial, donde está gestionando un crédito por 28,4 millones de dólares. Funam tuvo acceso a documentos de Cnea que están archivados en la base de datos del Banco Mundial. Los informes indican al banco que la mejor alternativa para solucionar el problema de Alta Córdoba es enviar los residuos a la Mina de los Gigantes, en Tanti. Serían necesarios 27 viajes en camión por día durante 8 meses seguidos. Cnea le dice también al banco que reconsideró la opción de relocalización de Dioxitek, y considera "actualmente como más viable la gestión de las colas de mineral solamente". esto es, que Dioxitek siga instalada en barrio Alta Córdoba. El Dr. Raúl Montenegro, presidente de Funam, indicó que el informe reconoce además la existencia de una grave contaminación por metales en el predio: "hay valores muy altos de cobre, vanadio, zinc y cromo". Montenegro recordó que la Cnea había creado en febrero de 2005 un "Foro Social" para que evaluara la remediación de Dioxitek y los Gigantes. El foro está integrado por organizaciones de la sociedad civil. "Al foro social Cnea nunca nos remitió información, pero sí la envió al Banco Mundial. Obviamente nos usaron para poder obtener el crédito. No querían que el foro y los vecinos conociésemos sus planes". Córdoba, agosto 22 de 2006.- La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), una organización miembro de la RENACE, denunció hoy que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) "le ocultó a los cordobeses su plan para remediar la planta de dióxido de uranio de barrio Alta Córdoba, Dioxitek S.A., pero lo envió en cambio al Banco Mundial, donde está gestionando un crédito por 24,8 millones de dólares". FUNAM recordó que en esa planta de Alta Córdoba, conocida como "La Atómica", la CNEA depositó entre 36.000 y 57.600 toneladas de residuos radiactivos de baja actividad, donde permanecen sin membrana ni sistema de contención. Estos residuos, con uranio y otros materiales radiactivos derivados del uranio (como radio 226, radón 222 y plomo 210) se produjeron entre 1961 y 1979. El Dr. Raúl Montenegro, premio Nóbel Alternativo 2006, indicó que FUNAM accedió "a dos documentos que la CNEA presentó al Banco Mundial, el INF-04-110 identificado como E490 V2, de diciembre de 2005 (229 páginas), y el E490 V1 del 1 de enero de 2006 (58 páginas). Ambos contienen datos que ignorábamos en Argentina. Es inaceptable que conozcamos planes de CNEA y que afectan a los cordobeses gracias a la base de datos del Banco Mundial. CNEA sigue ocultando información como lo hacía en los años de la dictadura". Montenegro indicó que FUNAM había encontrado en los informes "tres sorpresas" que luego transmitió a la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Alta Córdoba, y a los medios. Primera sorpresa: CNEA considera que la mejor alternativa es trasladar los residuos de uranio desde "La Atómica" a Los Gigantes, cerca de Tanti (localidad turística de las sierras de Córdoba). Los informes indican al Banco Mundial que la mejor alternativa para solucionar el problema de Alta Córdoba es enviar los residuos a la mina de Los Gigantes, en Tanti. Para ello calcula que serán necesarios unos 27 viajes en camión por día, cada uno de 15 toneladas, durante 8 meses seguidos. Esto totalizaría unos 6.480 viajes. "Dudo que los vecinos de Alta Córdoba y Tanti queden conformes con esta alternativa que plantea la CNEA", indicó el Dr. Raúl Montenegro. Segunda sorpresa: CNEA considera que la continuidad de Dioxitek en Alta Córdoba es la mejor alternativa, y descarta el traslado. Él Dr. Raúl Montenegro denunció que CNEA "también le indicó al Banco Mundial que la permanencia de Dioxitek en el mismo sitio, en barrio Alta Córdoba, era la mejor alternativa". El informe E490 V2 dice textualmente: "Se evaluó en un principio la relocalización de la planta (...) Sin embargo se ha reconsiderado esta opción teniendo en cuenta la pérdida de fuentes de trabajo que ello produciría. Por lo tanto si bien la alternativa no ha sido desechada totalmente, se considera actualmente como más viable la gestión de las colas de mineral solamente [residuos radiactivos de baja actividad]". Montenegro indicó que FUNAM y los cordobeses "no sabíamos que la CNEA seguía apoyando la continuidad de 'La Atómica' en un barrio densamente poblado de la ciudad de Córdoba. Evidentemente no les importa que esa planta descargue polvo de uranio al aire, uranio a la colectora cloacal, e incluso amoníaco, ni que pueda sufrir una grave explosión química", sostuvo Raúl Montenegro. Tercera sorpresa: CNEA reconoce una elevada contaminación por metales en el depósito de residuos de mineral de uranio en Alta Córdoba. El Dr. Raúl Montenegro indicó que la CNEA "realizó estudios sobre la contaminación con metales en la zona de colas de mineral (área del "chichón") donde encontró valores muy altos de metales, entre ellos vanadio (hasta 4325 ug/g), cobre (hasta 2650 ug/g), zinc (hasta 2385 ug/g), manganeso (hasta 1850 ug/g), cromo (hasta 785 ug/g), y molibdeno (hasta 400 ug/g)" [ug/g es microgramo de la sustancia por gramo de residuo analizado]. Montenegro agregó a modo de ejemplo que "el decreto reglamentario 831/1993 de la Ley Nacional de Residuos Peligrosos 24051/1992 establece en su Tabla 9 dedicada a los "Niveles Guía de calidad del suelo" un valor máximo, para suelo industrial, de 500 ug/g de cobre, y de 40 ug/g para molibdeno. En Dioxitek S.A. se encontró hasta 2650 ug/g de cobre, valor que está un 530% por encima del valor guía establecido por ley, y 400 ug/g de molibdeno, cifra que está un 1000% por encima del valor guía". "CNEA, al hacer los análisis de metales y otros contaminantes, omite considerar que no solo son riesgosos individualmente, sino también por su mezcla, por ser un cóctel de contaminantes". La propia CNEA en su informe al Banco Mundial indica que "las colas de mineral, presentan contenidos elevados de algunos contaminantes convencionales (vanadio, cobre, zinc, cromo, sulfatos, nitratos). Estos valores justifican su gestión" (Documento de CNEA E490 V2). CNEA creó un Foro Social en Córdoba para que analizara la remediación de Dioxitek, pero nunca le brindó información. El Dr. Raúl Montenegro recordó que la CNEA había creado a comienzos de 2005 un "Foro Social" para que evaluara "la remediación de Dioxitek y de Los Gigantes". Este Foro está integrado por varias organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Greenpeace, APROAS, ADARSA, CEDHA y FUNAM. Montenegro agregó que la CNEA "nunca brindó información sobre sus planes de remediación al Foro, pero si la proporcionó al Banco Mundial. En el Foro Social documentamos todas las veces que le pedimos esos datos. Pero nunca respondieron. Todo parece indicar que nos usaron para poder obtener el crédito de 28,4 millones de dólares que la CNEA gestiona ante el Banco Mundial para remediar varias minas de uranio en Argentina y también Dioxitek. Aparentemente la CNEA no quería que el Foro y los vecinos de Córdoba conociésemos la información enviada al Banco Mundial en diciembre de 2005 y en enero de 2006". Para mayor información consultar a: Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo (Presidente de FUNAM, Premio Nóbel Alternativo 2006 y Profesor Titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba). Información adicional: El uranio afecta la salud humana porque es radiactivo y también tóxico. El uranio absorbido por un ser humano se distribuye ampliamente en el organismo, pero se deposita preferentemente en hueso, riñón e hígado. Del 1 al 5% de una dosis oral es absorbida por el tubo digestivo (Hursh y Spoor, 1973). La inhalación de partículas de uranio y radio 226, y sobre todo del gas radón 222, se asocian a la producción de cáncer de pulmón. Dado que la ciudad de Córdoba ya tiene una presencia o fondo de radón 222, natural, la continuidad del depósito de Dioxitek S.A. podría aumentar las dosis a que estarían expuestas las personas (sobre todo los trabajadores de Dioxitek). Para materiales radiactivos (ionizantes) no hay nivel de seguridad absoluta. Los distintos materiales radiactivos almacenados en Dioxitek S.A. se hallan a mayores concentraciones que las observadas en la naturaleza, pues el proceso de extracción de uranio que se practicó durante años en el CFC "concentró" uranio y otros materiales radiactivos. Contaminación radiactiva. Los estudios realizados por el CEPROCOR en 1998, obrantes en la Universidad de Navarra, demostraron que en el "chichón" (la zona donde están depositados los residuos radiactivos de baja actividad) la presencia de radio 226 supera en 257 veces los valores normales (se encontró un máximo de 9500 Becquerelios por kilogramo [Bq/kg], cuando el nivel de referencia es de 37 Bq/kg). En cuanto al radón 222 se encontró a valores 7 veces más altos que lo normal (se halló hasta 28,9 picocuries por litro [pCi/L], cuando el valor de referencia para la EPA es de 4 pCi/L). Existe además una cantidad significativa de plomo 210 radiactivo. El riesgo radiológico es directo e indirecto. El efecto negativo directo se produce cuando las partículas y rayos ionizantes actúan sobre el ADN y los materiales de las células vivas produciendo daños significativos (por ejemplo daño en el ADN que puede llevar a la formación de una célula cancerosa). El efecto indirecto se produce cuando una partícula Alfa desprendida del uranio impacta sobre un tejido vivo, pues desplaza más de 160.000 electrones de bajo contenido de energía que se mueven en todas las direcciones, como balas, provocando fenómenos secundarios de ionización (lo que provoca más daño en las células y tejidos) (Collins, 2003). Las bajas dosis de radiación, por otra parte, generan la producción de radicales libres que dañan las membranas celulares y otras porciones altamente sensibles de las células vivas (efecto Pëtkau). Muchos barrios afectados. Esta planta, ubicada en una zona densamente poblada, amenaza la salud de la población no solo de Alta Córdoba, sino también de los barrios aledaños: La Fraternidad, Sargento Cabral, Hipólito Yrigoyen, Mariano Fragueiro, Panamericano, General Bustos, etc. Dioxitek S.A. es además un foco permanente e incontrolado de degradación ambiental. Accidentes sufridos por la planta. Hasta el día de hoy el Complejo Fabril Córdoba, Dioxitek S.A., ha sufrido numerosos accidentes como: vuelco interno de uranio, derrame externo de líquidos contaminados con uranio, descarga al aire de amoníaco (por ejemplo el venteo ocurrido el 15 de mayo de 1986, cuando 4 minutos de descarga produjeron inicios de asfixia en pobladores de la zona), y explosiones e incendios (por caso el denunciado por FUNAM el 2 de enero de 2001). En el caso de que estallase alguno de sus depósitos de sustancias químicas, o se produjera un incendio a gran escala, podrían diseminarse en el barrio y una amplia zona de la ciudad -ello según la época del año, la dirección y fuerza del viento o la existencia de inversiones térmicas de superficie- grandes cantidades de polvo de uranio, en especial de dióxido de uranio. Los vecinos no han sido preparados para esta contingencia. No hay planes ciudadanos de emergencia que les permita protegerse ante un accidente grave o un incendio de grandes proporciones en la planta. Rutinariamente Dioxitek descarga uranio al aire y a la colectora cloacal. Según datos de la propia CNEA, Dioxitek descarga al aire del barrio hasta 1 kg de polvo de uranio por año (la planta tiene un total de 9 chimeneas numeradas 150 a 159 en la documentación oficial), y a la colectora cloacal unos 100 kg de uranio por año. Dioxitek también produce daño económico. Aunque sin comparación con los efectos sobre la salud, la existencia de esta planta y del depósito de residuos radiactivos de baja actividad también está reduciendo el valor económico de las propiedades, cuya venta se hace cada vez más difícil. Otras fuentes que confirman lo expresado. CNEA en su "Evaluación Ambiental. Documento Marco", de diciembre de 2005, confirma la totalidad de los datos que FUNAM halló en el informe remitido al Banco Mundial (Página Web de la CNEA, www.cnea.edu.ar/xxi/pramu/docmarco/ Buenos Aires, páginas 10 a 113). Lo correspondiente a Dioxitek se encuentra entre páginas 36 y 48 inclusives.
Este material puede ser reproducido, citando el autor y la fuente. Se ruega remitir una copia de lo publicado a funam@funam.org.ar
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