domingo, 17 de agosto de 2008

Para VAPUMAS y Federico

En primer lugar quiero objetar a la gente de VAPUMAS el intento de censurar mis comentarios, diciéndole:

Comparto que este espacio es para tratar el tema de la problemática minera y aclaro que en ningún momento se esta distorsionando el objetivo final.

Cuando se abordo el tema del periodismo fue con la óptica de concientizar a la población que gran parte de la desinformación en los daños causado por las mineras es causa de la complicidad de parte del periodismo, que lamentablemente se ve subyugada a la triste necesidad de sobrevivir económicamente y es aquí donde las mineras se aprovechan de algunos que anteponen sus necesidades económicas a sus convicciones morales.

Por lo tanto no creo estar equivocada y no acepto que me intenten censurar mis comentarios, pues se ajustan a los objetivos del blogs y no se falta el respeto.

Lo que somos asiduos a esta pagina, es por que nos resulta importante participar, más allá de leer y compartir los comentarios de la mayoría de los vecinos en contra de las explotaciones mineras. Por lo tanto “exijo” que se respete mi punto de vista y se publiquen los comentarios completos.

Para Federico Castro:

Seguramente eres una persona intolerante, prejuiciosa y sin valores morales. Combinación letal para practicar el periodismo, más aún bajo las condiciones vigentes, donde según tus propios comentarios “esta aceptado que el periodista distorsione la información siguiendo una línea editorial

Te quiero decir que en el ser humano, es mucho más importante ser una persona honesta que practica las buenas costumbres y no “un vendido por dos pesos”.

Cuando una persona hace a un lado la verdad simplemente esta carcomiendo su integridad moral, y esto va mucho más allá que la practica de cualquier profesión.

Te anexo un Titulo e introducción del Nuevo Diario de Salta del día 15/08/08:

En América Latina persiste el manejo abusivo de la publicidad oficial

En la Argentina persiste un manejo "abusivo" y "discrecional" de la publicidad oficial, que funciona como una especie de "censura indirecta" sobre el periodismo. Esta situación es similar en otros seis países de América Latina.


María L. Palacios – Metán – Salta

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