El senador provincial de Rosario de la Frontera por el PJ, Manuel Luque, presentó el jueves pasado un proyecto de ley para que en la provincia se prohíba la actividad metalífera a cielo abierto, y de uranio y torio.
El proyecto también impulsa que se excluya toda minería que emplee el proceso técnico de lixiviación, flotación, procedimientos hidrometalúrgicos con sustancias tóxicas; que prevea "la utilización de cianuro, cianuro de sodio, bromuro de sodio, yoduro de sodio, mercurio, ácido sulfúrico, ácido fluorhídrico, ácido clorhídrico, ácido nítrico, carbonato de amonio, cualquier derivado del amoniaco, y de toda otra sustancia tóxica o peligrosa para la salud o el medio ambiente".
Por ahora el proyecto es estudiado por la Comisión de Minería de la Cámara Alta.
La iniciativa de Luque fue influenciada por los movimientos de los vecinos autoconvocados del sur de la provincia contra la minera Alexander Gold, desde la que se buscaba procesar cobre.
"No quiero que se interprete que este proyecto es en contra de la minería, sino que es contra la minería a cielo abierto y contra los elementos que se utilizan", en algunos procesos de explotación minera, dijo el legislador en diálogo con Nuevo Diario.
En los fundamentos de su proyecto, Luque recordó situaciones que se presentaron en distintas provincias argentinas en las que se evidenciaron "numerosos impactos ambientales de extrema gravedad".
Apuntó con mayor fuerza sobre los recursos hídricos, dado que indicó, la modalidad a cielo abierto produce el Drenaje Ácido de Minas, conocido como DAM. Los daños producidos por este drenaje "varían desde problemas de alteraciones subletales...hasta la desaparición de la fauna fluvial".
A esto sumó que para la minería a cielo abierto se emplean "como mínimo 1000 litros de agua por segundo, un equivalente a 86.400.000 litros de agua por día".
Al disponer de estos datos, Luque señaló que en la provincia "el acceso al agua es particularmente crítico" dado que existe una estación seca durante el cual el recurso escasea "al punto de cortarse el suministro de agua potable en grandes zonas por diversos períodos de tiempo".
Tras exponer las consecuencias que podría traer la instalación de una mina de uranio, indicó que se debe atender al punto de vista económico dado que el desarrollo de la minería del uranio "atentaría contra el turismo" debido a las modificaciones que dispondría la actividad en el paisaje.
A esto se suma que ante los antecedentes nacionales e internacionales de contaminación por minería, se duda que la provincia pueda afrontar los costos de reparación de los daños ambientales y particulares que "ascienden a sumas millonarias".
Fuente: Nuevo Diario de Salta – 26-08-08
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