lunes, 25 de agosto de 2008

Nota de Saltar el Cerco al Dr. Gustavo Rodrigez

Un triunfo del pueblo

El mes pasado, los vecinos de Metán recibieron una buena noticia. La minera británica Alexander Gold Group anunció la suspensión del proyecto de extraer cobre y otros metales en esa zona de la provincia de Salta. La firma argumentó cuestiones de “inseguridad jurídica” y falta de interés del gobierno provincial. La determinación, sin embargo, está vinculada a un proceso de organización en contra de la minería a cielo abierto, actividad que encierra un serio peligro para el medio ambiente y la salud.

La intención de la minera de instalarse en Río Piedras, departamento de Metán, comenzó en 2005. Pero fue recién en octubre del año pasado que un grupo de vecinos tomó conocimiento de los pormenores de un proyecto que, hasta ese momento, se cocinaba en silencio. Se conformó así la organización Vecinos Autoconvocados por un Medio Ambiente Sano (Vapumas) de Metán y comenzó la resistencia. Los vecinos realizaron medidas de fuerza, manifestaciones, cortes de rutas y asambleas.

En paralelo, desde Vapumas se avanzó en cuestiones técnicas y documentales que fueron presentadas a las autoridades políticas de turno. En diálogo con Saltar el Cerco, Gustavo Daniel Rodríguez, miembro del equipo técnico de Vapumas, detalló diferentes aspectos relacionados con los trabajos efectuados en pos de frenar la instalación de la minera británica.

“El proyecto se llama León y es de la empresa Alexander Gold. Durante un año y medio lo mantuvieron el secreto, hasta que casualmente nos enteramos. Esto fue en la época en que estaba como gobernador Romero. Ahí comenzamos a organizarnos y la empresa no tuvo más opción que venir a Metán, el 20 de noviembre de 2007, y realizar un panel informativo sobre qué es la minería a cielo abierto. De esa reunión salimos más desinformados que antes. Nosotros nos basamos en Esquel (Chubut), hablamos con los vecinos de ese lugar y nos orientamos. Eso nos permitió adaptar las estrategias a nuestro medio.

“Justo nos tocó el cambio de gobierno. Entre octubre y noviembre empezamos a movernos: fuimos al Concejo Deliberante, comenzamos a pedir informes de impacto ambiental. Al principio costó un triunfo que nos atendiera el Concejo. Debimos presionar para exigir respuestas inmediatas. El nuevo gobierno finalmente nos entregó el estudio de impacto ambiental”, explicó Rodríguez.

-¿Qué decía ese estudio de impacto ambiental?

-Comenzamos a analizar el informe de impacto ambiental, nos reunimos con las nuevas autoridades, y redactamos un informe crítico. Desde un primer momento dijimos que la zona no es apta para una explotación minera a cielo abierto. Son cerros con vegetación exuberante, son 740 especies vegetales. Después tenés más de 100 especies animales. Además es una zona sísmica.Vimos una serie de contradicciones dentro del informe, por ejemplo sobre la cantidad de usos de explosivos. La empresa hablaba de utilizar un millón de kilos de un explosivo (Anfo) compuesto por nitrato de amonio y Fuel Oil. También decía que la parte de uso de explosivos iba a ser tercerizada a una empresa especializada. Pero esa empresa especializada en otra parte del informe ya no hablaba de un millón de kilos sino de dos millones de kilos de explosivos. En cuanto al movimiento de suelo, en el informe se especifica un movimiento de suelo diario de 11 mil toneladas. Pensaban sacar 11 mil toneladas de roca mineralizada por día, algo que es una barbaridad. Y mucho peor utilizar explosivos en una zona sísmica.

El informe crítico que hicimos fue entregado a la Secretaria de Minería de la provincia. Desde ahí elevaron el informe de la empresa y el nuestro a distintas entidades: Universidad de Salta, Secretaría de Minería de Nación, distintos geólogos. De esta manera se detectaron más de 100 puntos que hacían al proyecto no sustentable. Dentro de esos ciento y pico de puntos había ochenta que nosotros ya habíamos detectados en nuestro informe crítico. Ante esto el gobierno provincial le dio un plazo hasta el 10 de septiembre para que se corrija esos puntos que fueron rechazadas. Sorpresivamente la empresa decidió retirarse.

-¿Cuáles eran algunos de esos puntos irregulares?

En la parte química, sobre uno de los tantos productos que forman la denominada sopa química, que es la utilizada para la extracción de los minerales, se dice que no tiene riesgo para salud, pero inmediatamente debajo se habla de “retirar a la víctima al aire libre”. También dice que las personas que estén en contacto con ese producto “inocuo”, tienen que usar equipos de respiración autónoma. En todos los productos químicos que usan uno puede ver que se especifica que los laboratorios que los venden no se hacen responsables de su uso. La firma dice que utilizará un método “novedoso y limpio”. En algunos aspectos puede ser novedoso, pero de limpio no tiene absolutamente nada. El amoníaco es un producto tóxico terrible, que en determinadas concentraciones puede ser letal.

-¿Qué papel cumplieron los medios de comunicación y las autoridades políticas?

-De algunos medios periodísticos tuvimos apoyo. Con otros tuvimos momentos desagradables. Incluso un periodista de un canal de cable local se vio obligado a dejar su trabajo por habernos dado espacio en su programa. La reacción de los medios fue variada. Enviamos bastante información a los medios nacionales. Lo que pasa es que en un principio fuimos medios locales. Los medios nacionales lo toman como algo más, no le dieron demasiada trascendencia. Incluso uno ve en los medios un desconocimiento. Con este tema del agro eso quedó demostrado. La Ley minera es un robo, las empresas no pagan nada, están exentas de una serie de cosas. Prácticamente se están llevado nuestras riquezas gratis y dejándonos contaminación y destrucción. La Ley minera parece redactada por las empresas mineras, es una vergüenza. Es algo que hay que tomar muy en serio y darle más espacio en los medios de comunicación.
En cuanto a las autoridades políticas hemos tenido una recepción bastante buena porque reconocieron que las cosas que presentamos estaban hechas con rigor científico y basadas en el método científico.

-¿Mantienen contacto con otras agrupaciones que tienen problemas similares?

-Sí. En estos días posiblemente vayamos a San Salvador de Jujuy, porque tienen un problema serio y hay una oposición férrea a las mineras a cielo abierto. En Jujuy tienen la terrible experiencia de Abra Pampa, que es un pueblito donde el 82% de los niños tiene hasta ocho veces más plomo en sangre que el permitido, lo que determina que haya chicos con distintos tipos de cáncer. Esto es producto de una empresa que se retiro hace años y dejó montañas de escoria de plomo, y a metros de eso hicieron un barrio. La repercusión ha sido grande, y en algún punto nos sentimos sobrepasados. Parecería ser que el nuestro es uno de los pocos triunfos en el que se pudo sacar a una minera de una zona de explotación.

MÁS INFORMACIÓN EN: www.noalaminaenmetan.com.ar

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