miércoles, 29 de octubre de 2008

CONTAMINACIÓN EN TUCUMÁN - El Agua de Alperovih que envenena a Tucumán

La SAT, empresa proveedora de agua corriente con mayoría accionaria en manos del gobierno, potabiliza con un cloro que deja 160% más de mercurio de lo permitido. La lucha de los vecinos de Concepción contra el ocultamiento oficial que pone en riesgo la vida de más de 2.500 chicos y la peligrosa extensión a toda la provincia.

Por Nicolás Fiorentino  | 27.10.2008 20:00:00

El agua de Alperovich que envenena a Tucumán

José Alperovich.

Los vecinos de la ciudad de Concepción, en Tucumán, aseguran que no hace muchos años el agua que ellos consumían era “de las mejores del mundo”. Hoy, la realidad los golpea de frente y bajo el amparo mismo del gobierno de José Alperovich, ya que la empresa de mayoría estatal responsable del servicio de agua de toda la provincia potabiliza el agua con cloro contaminado con mercurio.

El escándalo explotó en esa localidad porque la lucha de los vecinos llevó el tema hasta la Justicia. Incluso contra las intenciones del gobierno de esconder el asunto, negando los datos oficiales. Pero el riesgo se extiende a todo el territorio tucumano ya que la SAT (Sociedad Aguas de Tucumán) tiene bajo su ala la provisión de agua potable de casi todos los municipios.

La historia comenzó a fines de 2006, cuando los vecinos de la zona junto con la Federación de Medio Ambiente provincial pusieron el ojo sobre la posible contaminación que podía estar haciendo en el agua el trabajo de la minera La Lumbrera. Ahí descubrieron que todos los pozos de agua de la ciudad estaban contaminados con estroncio y cobalto. El escándalo explotó en el barrio El Nevado.

Pero fue un manejo turbio de esta empresa, más la participación extraña de un organismo oficial, los que dejaron a la gobernación de Alperovich en evidencia, como responsables de la grave contaminación con mercurio.

La Lumbrera, casi todo

Por Concepción pasa un mineroducto de La Lumbrera, que conecta a Tucumán con Catamarca. Este conducto pasó por años de uso y fuertes desgastes de la montaña, que derivaron en una rotura muy grande en una de las laderas, en la ciudad tucumana.

La minera recogió gran parte del barro contaminado que dejó la rotura, pero por cuestiones económicas, según contaron a La Política Online fuentes de Concepción, otra gran cantidad decidieron no trasladarla sino directamente enterrarla en los márgenes del dique Villa La Lola, a 13 kilómetros de Concepción y a unos 300 metros de altura por encima de la ciudad.

“Este enterramiento clandestino y criminal hecho por la minera contaminó las napas subterráneas”, explicó a este medio Eduardo Carrizo, un activo vecino de Concepción. Y siguió: “Ahí descubrimos la presencia del estroncio, el cobalto, aluminio y hasta uranio que apareció en el agua de Concepción, lo que es responsabilidad directa de la minera”. Lo que no pudieron explicar, era la aparición de mercurio en el agua.

El SAT de Alperovich

El mercurio era responsabilidad directa del SAT, el organismo responsable del agua potable de Tucumán donde tiene mayoría accionaria –y la total toma de decisiones- el gobierno de Alperovich. La presencia de este elemento en el agua era 160 por ciento de lo permitido en el código alimentario.

“Esta empresa contamino el agua de Concepción y probablemente de toda la provincia usando un hipoclorito de sodio de muy baja calidad para la potabilización contaminado con mercurio. Llegamos a este dato porque el accionar de la sala 2 en lo Contencioso Administrativo. Fuimos con una medida de amparo por el abandono del gobierno de la provincia, desde el Ministerio de Salud y la Municipalidad nos obligaron a recurrir a la Justicia”, explicó el vecino, uno de los 50 que firmó el petitorio.

Lo extraño es que quien ayudó a descubrir la responsabilidad de SAT en la contaminación con mercurio fue el ente regulador del servicio de agua de Tucumán, el Ersat, quien “ya en enero de 2007 habían informado la presencia de mercurio en el sodio con el que potabilizaban el agua”, explicaron fuentes locales a La Política Online.

¿Pero que pasó con el amparo judicial y la denuncia propia del Ersat? Nada. “El gobierno ocultó toda esta información que le daba el organismo, llevando a los vecinos a desgastarnos en marchas y actos sin reconocer su responsabilidad”, dijo, entristecido, Carrizo.


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Pozo de agua de Concepción.

Y contó una jugada de la gente de Alperovich que terminó siendo un tiro por la culata: “El gobierno de la provincia, entre algunas de las acciones que hizo para desmentir esto, lanzó en octubre de 2007 un control epidemiológico en una población de 120 niños. A seis le dio como resultado un alto nivel de mercurio, pero no podemos lograr que el gobierno publique los datos reales. Ahora, si de 120 hay seis contaminados, haciendo proyección no debe haber menos de 2.500 niños sólo en Concepción”.


Lo cierto, es que la pelea entre los vecinos y el gobierno sigue en pie pero lo grave es que continúa el pozo abierto y funcionando normalmente. Por otro lado, fuentes tucumanas afirmaron a este medio que el mismo proveedor del hipoclorito de sodio utilizado para potabilizar el agua de Concepción es el que provee el mismo elemento para el resto de la provincia.

“Tenemos un amparo en la Justicia, por el cual pedimos que se prohíba utilizar ese hipoclorito al Ministerio de Salud y a la Secretaria de Medio Ambiente que oficie a decomisar todo el material contaminado y que lo cambien por otro, sin electrodos de mercurio” aseguró Carrizo, sin mostrar siquiera un dejo de esperanza.

La Política Online consultó a un médico especialista por los efectos de la presencia de mercurio en el ser humano. “Puede llevar al saturnismo”, explicaron, similar a lo que ocurre con el plomo, “algo mucho más común”. ¿Qué es esto? “Cefaleas, cólicos y náuseas; anemia y debilidad, por que altera el sistema de transporte de oxígeno a la sangre y hacia los demás órganos del cuerpo. Estreñimiento y trastornos gastrointestinales; parálisis en muñecas y tobillos; o incapacidad de lectura o problemas psicomotores”.

Lo patéticamente gracioso, es que la factura del agua corriente en Tucumán puede llegar hasta los 100 pesos mensuales, de acuerdo a la cantidad que se haya utilizado, remarcada en un medidor. Un precio caro para un producto que puede llevar, incluso, a la muerte.


Fuente:  LAPOLITACAONLINE - Enviada por Gustavo Rodriguez - Metán

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