La Intendencia tomó la medida para evitar que los líquidos cloacales, que son derivados al río, vuelvan a las viviendas.
No hay estimación de cuánto tiempo puede llevar solucionar el grave problema, que afecta a unas 7.000 familias.
El caño troncal que recoge los líquidos cloacales y los lleva hacia la planta depuradora de Tartagal sufrió el sábado una rotura de varios cientos de metros -se estima que llegaría a 600-, lo que hizo colapsar todo el sistema cloacal de Tartagal.
El caño, de 600 milímetros, se rompió en varios tramos provocando una situación indescriptible para los cientos de vecinos que residen en las inmediaciones de esa instalación.
Para evitar que los líquidos volvieran a origen, es decir, a las viviendas de Tartagal, se debió improvisar una especie de "by pass" mediante el cual los líquidos fueron desviados hacia el cauce del río Tartagal, donde fueron arrojados sin ningún tipo de tratamiento previo y a cielo abierto.
La grave situación hizo que la Intendencia conforme un comité de crisis para atender a las decenas de familias que residen en la zona este de la ciudad, donde desde hacía varias semanas venían colapsando otras líneas secundarias que llevaban los líquidos hacia el caño maestro que quedó destruido el sábado.
El comité de crisis está integrado por el municipio, el hospital "Juan Domingo Perón" y otras entidades.
Las otras pérdidas se produjeron en las avenidas 25 de mayo y ruta nacional 34, en calle América y Richieri y en Villa Saavedra, entre otros puntos, y ocasionaron que los líquidos se extendieran por las calles y generaran focos infecciosos para cientos de familias tartagalenses.
Casi milagrosamente la rotura del caño maestro coincidió con la baja de la temperatura, en una zona en la que la semana anterior se registraron 45 grados y más; el sábado fue un día de intenso calor, pero el domingo y ayer, producto de los fuertes vientos, los días se mantuvieron relativamente frescos y nublados, lo cual hizo un poco más soportable la situación para los vecinos de esos barrios.
Operarios tanto de la empresa prestadora del servicio de agua como agentes municipales trabajan para remover los restos que quedaron del caño troncal, que debe ser reemplazado en más de 1.200 metros y para cavar nuevas zanjas para la colocación de uno nuevo. El mayor incoveniente es que nadie sabe cuánto tiempo pueden llevar estos trabajos, ya que el caño colapsado de 600 milímetros debe ser reemplazado por otro de 800, pero que sólo puede ser traído desde Buenos Aires.
El intendente dijo además que "en una comunicación con el gobernador Urtubey, me manifestó que la Provincia no va a retacear ni un solo centavo para solucionar lo antes posible este problema".
Además, Leavy pidió al Concejo Deliberante que declare la emergencia sanitaria, para que la comuna pueda disponer de los fondos para hacer frente a la crisis sanitaria.
"Tartagal, sin cloacas"
En una conferencia de prensa convocada por el intendente Sergio Leavy, de la que participaron el gerente del hospital Juan Domingo Perón Armando Figueroa y algunos legisladores por el departamento San Martín, el jefe comunal manifestó que literalmente "Tartagal se quedó sin cloacas", luego de lo cual explicó la dramática situación que se vive en el norte provincial.
Figueroa, por su parte, manifestó que se incrementaron los controles sanitarios, en especial el trabajo de los agentes de APS y pidió a la población que ante cualquier síntoma concurra en forma inmediata a una consulta médica.
El mayor temor pasa por las consecuencias que estos derrames puedan traer en niños y mayores respecto de enfermedades como hepatitis, diarreas, vómitos y fiebre tifoidea, entre otras patologías hidrotransmisibles. El gerente estimó que "entre 6.000 y 7.000 personas podrían estar afectadas en forma directa a los derrames cloacales".
Fuente: El Tribuno de Salta
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