El Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA) se solidarizó con los afectados por el alud en Tartagal al tiempo que manifestó sorpresa por la “ligereza” de los dichos de la presidenta Cristina Fernánez, el gobernador Juan Manuel Urtubey y otros funcionarios que “rechazan de plano” relacionar el alud y la crecida del río Tartagal con los desmontes en la región.
“Existen serios estudios que demuestran cómo los desmontes, talas irracionales, apertura de picadas para actividades petrolíferas y otros aprovechamientos sin los debidos estudios de impacto ambiental y control público, han alterado significativamente el equilibrio ecológico de la zona. Desconocerlo implica un acto de necedad e irresponsabilidad política”, sostuvo.
En el mismo sentido, interrogó si “puede atribuirse toda la responsabilidad a fuerzas de la naturaleza” cuando existían estudios de la Universidad Nacional de Salta, entre otros, que alertaban sobre la posibilidad de derrumbes e inundaciones provocados por el deterioro de la cabecera de la cuenca del río Tartagal.
“¿Puede hablarse de hechos inevitables cuando los estudios científicos y hasta el sentido común demandaban la necesidad de encarar urgentes medidas que detengan o (...)controlen las acciones del hombre?”, insistió. Preguntó también si se puede “eximir de responsabilidad a autoridades políticas que estuvieron ausentes, que no quisieron escuchar, que no previeron, que niegan la realidad”.
Para ENDEPA “es de esperar que nuevas catástrofes como la de Tartagal se repitan”. Recordó como “dato alarmante”, la ley de ordenamiento territorial, que “violó el proceso participativo previo y desconoció los criterios científicos, dejando abierta la posibilidad de desmontar alrededor de 4.000.000 de hectáreas, cuando los estudios señalan que perder más de 1.200.000 hectáreas en la provincia implica un inmenso peligro ambiental”.
Fuente: Nuevo Diario de Salta - 22-02-09
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