martes, 3 de marzo de 2009

Luego de acusarlo de robarle madera, lo agarró a rebencanzos

Tartagal/ Ocurrió en plena vía pública, en una confitería tradicional, ante el estupor generalizado.

Un productor perjudicado por el alud, totalmente descontrolado, lo acusó de robarle madera.

El damnificado, Jorge Antonio Salvatierra, lo denunció después por lesiones y amenazas en la Comisaría 42.

El comerciante maderero Erich Kaissner, uno de los mayores damnificados del aluvión de barro provocado por el desborde del río Tartagal ocurrido el nueve de febrero pasado, se bajó de su vehículo en plena plaza de Tartagal, cruzó raudamente la calle y enfiló hasta una de las mesas de la confitería del tradicional hotel Espinillo.

Era el anochecer del jueves pasado y el clima estaba cálido pero agradable.
El establecimiento se encontraba repleto de gente y numerosas personas paseaban por las veredas circundantes del principal paseo público local.

Kaissner blandía un rebenque (especie de látigo usado por los gauchos para domar sus caballerías) y enfiló directo donde un grupo de parroquianos, todos muy conocidos, dialogaba amigablemente.

El maderero -descendiente de una de las primeras familias de colonos alemanes que se instalaron en la ardiente zona- llegó decidido y le gritó al delegado regional del Colegio de Abogados y Procuradores de la Provincia de Salta, Jorge Antonio Salvatierra: "¡Estoy harto que me robés sinvergüenza de m... aprovechador..." y otros vocablos de carácter no muy religioso. Tras ello comenzó a descargarle azotes por todo el cuerpo al letrado, que sólo atinaba a poner las manos como escudo.

Previo a ello, el atacante había denunciado penalmente a Salvatierra por robo, arguyendo que éste se había aprovechado de la confusión provocada por el desastre natural, que lo convirtió en uno de los grandes damnificados.

Una veintena de parroquianos se levantó y llamó a la calma al maderero e impidieron que éste continuara con su impía azotaina sobre la humanidad del abogado, quien luego del vendaval de golpes, denunció al responsable por lesiones y amenazas en la Comisaría 42.

"Estoy harto de que me robe"

Según los testigos, el ataque de Kaissner contra Salvatierra, conocido en la ciudad como "Clo Clo" fue sin previo aviso. "No me robés más madera; me tenés harto; no podés hacerme esto sabiendo el momento que estoy pasando; sos un delincuente, atorrante", coincidieron en contar a la prensa quienes presenciaron los sucesos.

Según ellos, mientras el productor lo increpaba, el destinatario de sus palabras permanecía imperturbable, con una mirada límbica, hasta que salió a relucir el rebenque.

Erich Kaissner fue uno de los más afectados por el alud ya que su casona -construida hace más de 60 años por sus abuelos, inmigrantes alemanes fundadores de Tartagal- está ubicada a pocos metros del río, en la margen sur.
Cuando ocurrió el desastre, Kaissner y su familia salvaron sus vidas de milagro porque alcanzaron a huir hacia el puesto 2 del Regimiento 28 de Infantería cuando la correntada cubrió la vivienda, ubicada en la misma dirección del puente ferroviario que fue arrastrado por el alud.

La construcción permaneció en pie por efectos de la providencia: en torno de ella se formó una especie de empalizada protectora con troncos, ramas y piedras.
La familia empero, no logró salvar ni un solo mueble ni prenda de vestir. Hasta su viejo camión estacionado quedó inutilizado por el lodo, lo mismo que la piscina del parque circundante.

Afuera de la finca, el productor había acopiado una gran cantidad de rollos de madera para aserrarlos, pero la operación debió ser pospuesta por efecto del inclemente suceso.

Sin embargo, dos días después desaparecieron.
"Una señora a la que yo le regalo leña para sus necesidades, observó que, aprovechándose de la confusión y de la ausencia nuestra en la casa, Salvatierra llegó con un camión y comenzó a llevarse lo que no le pertenecía. Ella le dijo que no lo hiciera, pero este sujeto hizo caso omiso y cargó todo", contó Kaissner a El Tribuno, indignado.

Lo que opinan los protagonistas

 Jorge Salvatierra, el abogado que recibió la andanada de fustazos en plena vía pública, en un hecho sin precedentes que se convirtió en conversación obligada de los tartagalenses, anunció que "iniciaré acciones legales contra este hombre, porque me difamó por los medios de comunicación, me agredió físicamente y me amenazó de muerte. Todo lo que dice es falso; yo creo que está mal por lo que le pasó el día del alud, pero esto no quedará así", advirtió.

Por su lado, Kaissner dijo que "no es la primera vez que este hombre está involucrado en un hecho similar. Por eso es que decidí denunciarlo ante la Justicia y contarle todo a los vecinos de Tartagal. Hace un tiempo unos obreros de Mosconi fueron sorprendidos trasladando madera robada en una camión del municipio, la carga era para este abogado, y todos los que nos dedicamos a esta actividad tenemos conocimiento de eso. Me indigna que en Tartagal hayan "señores empresarios", familiares directos de funcionarios judiciales, profesionales que son los ladrones más grandes de madera tanto de fincas privadas como de lotes fiscales; estoy dispuesto a decirle a los funcionarios que quieran investigar lo que sucede en el departamento San Martín con el robo, la extracción ilegal de madera, la adulteración de las guías forestales y cientos de irregularidades para que de una vez se termine esta depredación, esta cadena interminable de corruptos, responsables de esta enorme cadena que involucra una total depredación de nuestros recursos naturales", espetó el empresario.  

Fuente: El Tribuno de Salta

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