• En las últimas horas nuevos casos fueron reconocidos oficialmente en Jujuy, Tucumán, Córdoba, La Pampa, Santiago del Estero, Gran Buenos Aires y el sur de Santa Fe.
• El mosquito Aedes aegypti, que transmite los virus del dengue, pone sus huevos en agua limpia, de lluvia o de riego, que se junta en recipientes o basura presentes en los patios y el ambiente peri-doméstico.
Los mosquitos vectores del dengue ponen sus huevos en el agua limpia de recipientes y basura domésticos. Las campañas efectivas priorizan la eliminación de los criaderos con ayuda de los propios vecinos. Aedes aegypti, foto Corbis. Ampliar imagen
Buenos Aires, 30 marzo 2009.- El dengue ha aumentado su incidencia en Sudamérica y podría transformarse en una endemia, de la mano del cambio climático, el crecimiento poblacional, la pobreza y el hacinamiento en las ciudades, y el aumento de la movilidad humana. En 2007 provocó una epidemia histórica en Paraguay. En 2008, Brasil fue sacudido por el virus. Este año, Bolivia vive la mayor epidemia en 20 años y estudia declarar el estado de “desastre nacional”, consignó la agencia de noticias RENA.
En Argentina, un brote de dengue sin precedentes por su magnitud y extensión geográfica abarca ahora el norte y centro del país. Las provincias más afectadas son Salta, Chaco, Catamarca, Jujuy y Tucumán.
No obstante en las últimas horas y mientras persiste la polémica en Chaco por las cifras oficiales de casos dengue, la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegypti empezó a registrarse también –con casos oficialmente reconocidos, en Córdoba, La Pampa, Santiago del Estero, varios puntos del Gran Buenos Aires y el sur de Santa Fe.
En Tartagal, Salta, impactada por un alud semanas atrás, se confirmaron las primeras muertes por dengue en su variedad hemorrágica en el país. En esa ciudad el gobierno realiza una limpieza de patios casa por casa, como única medida efectiva a mediano y largo plazo para liberarse de los criaderos de los mosquitos que transmiten la enfermedad.
En Catamarca el ministro de Salud aseguró que la provincia está frente a una epidemia de dengue. "Hay una epidemia, por eso se decretó la emergencia sanitaria en la provincia", dijo por su parte Mirella Orellana, subsecretaria de Medicina Preventiva, quien precisó que "de 3.000 a 4.000 casos sospechados de dengue, 471 fueron estudiados y ya confirmados”.
Entretanto en la provincia del Chaco, según el Ministerio de Salud nacional, se confirmaron algo más de 1.100 casos de dengue. Pero una fuente con acceso al gobierno le comentó al diario Clarín la existencia de un informe reservado que el Comité de Manejo del Dengue, del Ministerio de Gobierno del Chaco, le presentó al gobernador, en el que se cuentan 11.500 casos. De hecho, el intendente de Charata, Miguel Tejedor, había dicho que en su municipio hay 6.000 enfermos. La diputada opositora Marisa Lizárraga denunció que sólo en Tres Arroyos y Sáenz Peña, hay 1.200.
Actual distribución geográfica del Aedes aegypti y Aedes albopictus, los mosquitos transmisores del dengue. Mapa: D. Vezzani, A. Carbajo, UBA, 2008. Ampliar imagen
Erradicar los criaderos
Precisamente, el Dr. Severo Rennis, médico del Hospital 4 de Junio, de Roque Sáenz Peña, Chaco, una de las localidades más castigadas por el brote, advirtió a la población que “el mosquito vive en el agua clara que se junta en las gomas, los tachos, los aljibes, cacharros, chapas acanaladas que juntan agua, tanques de agua sin tapa, floreros de cementerios, desarmaderos de coches, gomerías, y objetos abandonados en los fondos de las casas”.
“El agua acumulada en las lonas de los camiones transporta el mosquito y las larvas de una zona con epidemia a otra que aún no la tiene”, alertó Rennis.
“En las aguas turbias, marrones u oscuras de las cañadas, zanjas y aguadas no vive este mosquito –indicó el profesional.
“La gente debe aceptar rápidamente que esto lo resuelve la decisión personal, de la familia, la comunidad y el pueblo, organizándose para erradicar los criaderos”, enfatizó Rennis. “No se queden simplemente esperando a las autoridades sanitarias, ni las fumigaciones de la municipalidad de su zona; la gente debe sumarse ya mismo para limpiar los patios y lugares abandonados”.
Mosquito doméstico
El dengue clásico se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti, que se propaga durante la temporada lluviosa, en agua limpia acumulada en recipientes y basura domésticos y peri-domésticos, donde la hembra pone sus huevos.
El nicho ecológico que explotan las larvas de estos mosquitos, Aedes aegypti y también Aedes albopictus, son recipientes con pequeñas cantidades de agua sobre todo en lugares sombreados: por ejemplo jarras, floreros, baldes, platos de macetas y otros objetos conteniendo agua en jardines, patios y descampados.
Otros sitios donde mejor pueden reproducirse son aquellos con agua estancada y limpia, principalmente recipientes y objetos abandonados que juntan agua de lluvia o de riego, como botellas y frascos de vidrio o de plástico, tanques de agua sin tapa, neumáticos viejos al aire libre o sobre los techos, y los floreros de los cementerios.
Estas especies de mosquitos, de hábitos domésticos, ponen sus huevos en la superficie del agua limpia. Los huevos producen larvas y de ellas eclosionan los mosquitos adultos. El ciclo se completa en el agua entre 7 y 13 días, dependiendo de la temperatura ambiente.
Aunque Aedes aegypti puede alimentarse en cualquier momento, suele picar con más frecuencia al amanecer y al atardecer. Su picadura, incluso a través de ropa fina como calcetines, es muy molesta, produciéndose en las horas diurnas en las que muchas de las especies autóctonas no suelen picar.
Los síntomas del dengue son fiebre alta, dolor de cabeza y espalda, vómitos y erupciones cutáneas. Una segunda picadura, que transmite una cepa distinta, puede derivar en dengue hemorrágico. El dengue se cura si se atiende a tiempo y se reposa, pero puede ser mortal en su variante hemorrágica.
Posibles criaderos con agua de lluvia o de riego, donde los mosquitos Aedes aegypti y Aedes Albopictus, ponen sus huevos. Estos producen larvas y de ellas eclosionan los mosquitos adultos. El ciclo se desarrolla en el agua entre 7 y 13 días, dependiendo de la temperatura ambiente. Dibujo: G. Rossi, Conicet; W. Almirón, UNC. Ampliar imagen
Aedes aegypti y cambio global
El dengue es una enfermedad infecciosa que hasta hace unos años se hallaba extendida en Asia, Oceanía, partes de Australia, el Caribe, América Tropical y África. Ahora en Sudamérica se expande hacia el sur.
“Es evidente que el virus del dengue, para el cual no hay aún vacuna alguna, es un buen viajero. Como ha ocurrido con la Fiebre del Oeste del Nilo (apareció en USA y tuvimos un caso en Córdoba, en 2008) el dengue se ha corrido desde Asia y África hacia América Latina”, explicó uno de los máximos referentes en el mundo en materia de cambio climático, el doctor Osvaldo Canziani, a la agencia de noticias RENA.
“El calentamiento terrestre produce dos efectos: la expansión del área de infección y, además, un efecto similar al de la multiplicación del plasmodio de la malaria en el sistema digestivo del mosquito Aedes aegypti, principal vector, aún cuando otra especie, el Aedes albopictus, también puede transmitir dengue simple y hemorrágico –éste grave y a veces mortal”, aclaró el experto argentino del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas –consigna Juan Ignacio Manchiola, de RENA.
Como la reproducción y proliferación de ese tipo de mosquitos se exacerba en condiciones térmicas que excedan los 25º C, por períodos de 15 días o más, “no cabe duda que, como lo indican los estudios epidemiológicos, siendo la temperatura el factor de predicción de la reproducción de estos tipos de mosquitos, el calentamiento global juega un papel importante en la diseminación del vector”, aclaró.
Cuando el mosquito (vector) se infecta por picar a personas enfermas de dengue -portadoras de algunos de los virus específicos-, inmediatamente se transforma en intermediario de la cadena de infección.
Para el experto del IPCC, “es interesante destacar que el cambio climático global y sus implicaciones regionales han llevado a la expansión de la frontera de desarrollo de ambas especies, en particular el Aedes aegypti, con un aumento severo en las posibilidades de infección y de establecimiento de condiciones de epidemia”.
“Tal y como lo indican las instrucciones del Ministerio de Salud de la Nación y lo reiteran los organismos locales, es importante eliminar las fuentes de agua quietas tan pronto como es posible y de manera total. El uso de mosquiteros, especialmente para niños y ancianos, y de repelentes con precaución es recomendable”.
Tropicalización
En Argentina, según estudios del doctor R. Carcavallo citados por Canziani, la tropicalización ambiental muestra que en la ciudad de Buenos Aires los mosquitos capturados y los desarrollados en cámaras térmicas especiales tienen un período de emergencia de 9 días, en entornos con temperaturas de hasta 28 ºC. El límite térmico inferior, al cual sobrevive la especie Aedes aegypti, ha sido fijado por encima de los 10 ºC, lo que hace posible la emergencia del vector aún en situaciones invernales.
Es en esas situaciones ambientales más frescas que el Aedes albopictus, denominado “mosquito tigre de Asia” y transmisor oportunista de la enfermedad, puede sobrevivir. “En este contexto, en Colombia se han detectado Aedes aegypti hasta 2.200 metros de altura, en los Andes”, confirmó Canziani.
Pero hay algo más. “Estudios recientes mostrarían que el aumento de temperatura generaría una más rápida reproducción del virus transmisor en los órganos digestivos del mosquito, con un incremento en la efectividad de la diseminación de la enfermedad del dengue”.
Como las larvas de éstas y otras especies de mosquitos vectores de enfermedades transmisibles se desarrollan en las aguas estancadas, “los aumentos en las condiciones de inundación, por lluvias intensas y/o persistentes, o la simple formación de superficies pequeñas de agua, en los ámbitos de temperatura arriba mencionados, constituyen la ‘fuente’ fundamental de proliferación de los mosquitos”.
“Al dengue se lo conoce también como la ‘fiebre rompe-huesos’ o la ‘fiebre del petimetre’, que origina incapacidades temporarias. Sin embargo, hay condiciones de síntomas más severos, en el dengue hemorrágico, que conducen a la muerte. Evidentemente, las medidas de prevención radican en el control del aumento de la población de mosquitos, cuando las temperaturas exceden los 15 ºC. Los pacientes deben ser aislados en los primeros días de su enfermedad a fin de evitar que los mosquitos los piquen y esparzan la enfermedad”, finalizó.
Dos muertos en Tartagal
A inicios de marzo Argentina registraba unos 37 casos confirmados por laboratorio y otros 240 sin confirmación de pacientes que presentan síntomas clínicos, todos en Salta, donde las lluvias provocaron un desastre a comienzos de febrero.
El país “está en alerta epidemiológica y con monitoreo constante de situaciones en las que se considera que todo caso sospechoso es considerado un caso de dengue”, dijo Hugo Fernández, Director Nacional de Prevención de Enfermedades y Riesgo del Ministerio de Salud argentino.
Hasta el momento son seis los casos confirmados de dengue hemorrágico en la provincia de Salta, según las autoridades sanitarias. Dos de estos casos resultaron fatales. El primero fue en Tartagal el otro el Orán; un hombre y una mujer respectivamente.
Otras tres personas -dos adultos de unos 60 años y una niña de 9, estaban internadas en el hospital de Tartagal. El resto de los casos confirmados de dengue hemorrágico (4) se registraron en Orán y Salvador Mazza, en la frontera con Bolivia –según informó el diario El Tribuno, editado en Salta.
Entre tanto se intensifican las tareas de limpieza para evitar la proliferación del mosquito. Orán y Tartagal son las ciudades que poseen los más altos índices de presencia del mosquito que transmite la enfermedad y fue detectado en el 90% de los hogares norteños.
Casi 67.000 kilos de chatarra se recogieron sólo en un día durante un operativo en Tartagal, desplegado por la comuna y el gobierno provincial, con 86 personas divididas en tres equipos que recorrieron los barrios Santa María y Villa Saavedra.
Casa por casa
Bajo la consigna "Casa por casa" se refuerza la lucha contra el brote de dengue en el norte salteño. La provincia destinó $600.000 pesos más para realizar tareas de prevención, descacharrado y saneamiento, en los departamentos Orán, San Martín y Rivadavia.
En la ciudad de Tartagal, en una flota de 15 camiones, operarios municipales y agentes sanitarios recorren "casa por casa" los barrios para recolectar y eliminar todos los elementos inservibles, especialmente aquellos capaces de juntar agua.
Entre la provincia, el municipio y la comunidad hospitalaria de Tartagal pusieron en marcha en la mañana de ayer el nuevo operativo, que tiene como fin esencial fortalecer las acciones en procura de eliminar todos los posibles criaderos del mosquito transmisor y reducir en los hogares los índices de infestación. Las cuadrillas de operarios y de salud partieron desde la plaza principal para recorrer los distintos barrios de Tartagal.
Amenaza a toda la región
La epidemia actual supera a la sufrida en 2007 en Paraguay, donde hubo 27 mil infectados y 17 fallecidos. Y obligó a extremar los controles en ése y otros países vecinos, como Argentina, Brasil, Chile y Perú, ya que el mal cruzó las fronteras. Se han registrado unos 10 mil casos en la región, con Bolivia como epicentro.
En Brasil, intensas campañas de combate a los criaderos domésticos y urbanos del mosquito transmisor y de educación y alerta a la población lograron bajar las cifras de casos y muertes del año pasado en el estado de Río de Janeiro, pero los números aún preocupan.
En 2008 fueron notificaron en Río 255.818 casos, principalmente entre enero y mayo, con 252 muertes y 32 fallecimientos sospechosos que aún se investigan, de acuerdo con un reciente informe de la Secretaría de Salud. Hasta el 18 de febrero de este año fueron notificados 2.297 casos y se investigan cinco muertes sospechosas, informó Reuters.
Paraguay se declaró en alerta ante el aumento de los casos, que suman 196 confirmados y 481 sospechosos, y la posibilidad de aparición del dengue hemorrágico, por la circulación de serotipos distintos a los de epidemias anteriores.
Por su parte, las autoridades sanitarias de Chile reportaron cuatro casos, pero aseguraron que se trataba de una situación aislada y que la nación estaba libre de la enfermedad.
“El dengue ha ido bajando desde América Central e invadiendo América del Sur en los últimos 30 años. Actualmente los únicos países libres son Uruguay y Chile”, dijo a Reuters Carmen Serrano, representante en Paraguay de la OPS y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La clave es el saneamiento del ambiente. Se necesitan cambios de actitud en la población que llevan tiempo y esto exige fuertes acciones de educación. Mientras no exista ese cambio existirá el riesgo de tener al dengue como algo endémico”, agregó.
Tras haber sido erradicado en la región en la década de 1950, el dengue experimentó en los últimos 30 años fuertes brotes cíclicos que se repiten cada vez con más frecuencia. La Organización Panamerica de la Salud (OPS) contabilizó unos 826 mil casos en los países sudamericanos durante 2008 y 737 mil el año anterior.
Desastre en Bolivia
El presidente Evo Morales llamó a la movilización nacional contra el dengue, que sumió al país en la mayor epidemia en dos décadas. El mandatario instó a la población boliviana a tomar conciencia y cooperar activamente en la limpieza de sus hogares, calles y plazas para detener la proliferación de la enfermedad en las zonas del oriente declaradas en emergencia.
“Es obligación no sólo del gobierno sino de todos los ciudadanos frenar esta enfermedad, es obligación de todos movilizarnos para acabar con ese mal que está haciendo tanto daño en las familias, especialmente en el oriente boliviano”, declaró el Jefe de Estado.
Morales destacó el trabajo realizado por la entidad castrense en la lucha contra la epidemia que hasta la fecha reportó 35.492 casos de dengue clásico, 106 hemorrágicos y 20 muertos en el territorio nacional, según datos oficiales de la Unidad de Epidemiología.
En la oriental Santa Cruz, las autoridades de salud instruyeron la paralización de las actividades públicas y privadas el próximo sábado 7 de marzo para dar paso a la jornada departamental de limpieza y eliminación de los criaderos del mosquito transmisor de la enfermedad.
Los cientos de enfermos que llegan a los hospitales de Santa Cruz colapsan las urgencias. Los pacientes reciben suero y plaquetas en camillas instaladas en pasillos o en sillas. El hospital infantil está desbordado con decenas de niños afectados. Muchos tuvieron que ser internados en salas improvisadas, sin sábanas y sin mosquiteros, de acuerdo con el mismo medio.
Mientras tanto, autoridades sanitarias del país pidieron que se declare la situación de desastre nacional. Según el epidemiólogo Juan Carlos Arraya, que encabeza un plan nacional contra la enfermedad, la propuesta fue enviada al presidente Morales.
El Ministerio de Salud de Bolivia manifestó el temor de que durante el mes de marzo, debido al incremento de las lluvias, se lleguen a registrar hasta 50 mil casos, el 70 por ciento en Santa Cruz.
Prensa Proteger, marzo 2009
Fuentes: Juan Ignacio Manchiola, Agencia RENA; Diario Clarín; La Nación; El Tribuno, Salta; Prensa Proteger.
Nota original con mapas, graficos y video
http://www.proteger.org.ar/doc850.html
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