El juicio al capellán Christian Von Wernich reveló la relación orgánica entre la Iglesia y la dictadura bajo el consentimiento del Vaticano, mediante la figura del nuncio Pío Laghi, quien fingía “no saber nada” y defendía a la dictadura, “a pesar de sus errores”.
No es nada raro pensar que los piratas compren la bendición y complicidad del cura que ya todos sabemos quien es.
La maldad de esta gente no tiene límites. Pero lo mas triste es que muchas veces los cómplices y obsecuentes que permiten la maldad, son los que tiene como responsabilidad protegernos de ella.
Les dejo una reflexión para aquellos que han pecado de complicidad y obsecuencia:
“El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad”. Albert Einstein (1879-1955)
Pantu Rodríguez - Un Vecino de Metán
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario