Un hospital vaciado, con recursos improvisados e insuficientes para atender a la comunidad, y un sistema de salud colapsado por el desmantelamiento del que fue víctima estos últimos años es la síntesis del relato y la realidad que se ve al llegar al Hospital San Vicente de Paul, en Orán.
Esta situación se evidenció con más fuerza tras el tercer brote de dengue que azota a la provincia, que se convirtió en un problema sanitario tras la falta de políticas para contener la propagación del mosquito.
Hace 11 años que la enfermedad se instaló en la provincia, pero en la epidemia de 2009 ya se presentó el tipo hemorrágico de la enfermedad, considerada una de las más graves.
A ello se suma que parte del equipo médico observó que al parecer este nuevo tipo de dengue que azotó a la zona "parece ser más agresivo" que los anteriores, porque "la gente se queja mucho. Antes no era así".
En los vecinos se ve el temor y la necesidad de testimoniar que los casos son muchos más de los que se informan oficialmente en la provincia. Calculan que hay entre 10.000 y 15.000 casos este año. Por su parte, la Coordinación de Epidemiología informó el viernes que según los últimos resultados que llegaron del Instituto Maiztegui, de Pergamino, en Buenos Aires, en toda la provincia hay 1.259 casos de dengue confirmados de los cuales 191 fueron determinados por laboratorio (74 de ellos importados), mientras que el resto de los casos fueron confirmados por nexo epidemiológico, es decir, son pacientes que presentaron sintomatología de dengue y que estuvieron vinculados o relacionados con pacientes a quienes se les corroboró por laboratorio la enfermedad.
Cifras confusas
La dispersión de las cifras abunda. El subgerente del Hospital San Vicente de Paul, Gustavo Mantovani, sostuvo que "oficialmente tenemos 3.500 casos sospechosos y 550 confirmados por laboratorio". Pero las risas socarronas de quienes escucharon las cifras para luego aportar alguna información -con la necesidad de mantener su identidad en reserva para no sufrir futuras represalias-, apuntaron a sostener que la cantidad de casos es mucho mayor.
El integrante del Obispado de Orán, Andrés Buttu, sostuvo que por cifras extraoficiales que conoció, ya son 10.000 las personas infectadas por el dengue, y dijo que si bien se dice que se están llevando acciones adelante, estas "no están a la vista", al menos en barrio La Estación, en donde se encuentra la parroquia a su cargo. "Es una situación preocupante si pensamos en el año que viene", evaluó.
Se pudo saber que el equipo de bioquímicos se encuentra saturado por la cantidad de casos de dengue que deben analizar en el Hospital. A ello se sumó información que indicaba que desde Pergamino se solicitó no enviar más muestras tempranas porque se debe estudiar que serotipo del virus en las demás provincias en las que se expandió la enfermedad. Mientras, en distintas etapas del brote que empezó en diciembre pasado (según algunos), o en enero (según otros), la falta de reactivos obligó a tomar una muestra cada 10 casos sospechosos. Ac-tualmente, se toma una muestra cada cinco. A ello se suma la falta de notificación de personas infectadas tratadas en la parte privada porque "no se llenan las fichas epidemiológicas a pesar de que si se lo pide", confirmó Mantovani. Frente a esta dispersión de las cifras, se puede decir que los vecinos que dicen que los casos llegan a 15.000 tienen la misma certeza que el Gobierno, que informa que solo son 1259.
Traslados en el agua
Florencio Acosta, cacique de Misión San Felipe, de Rivadavia Banda Sur, se encuentra internado con dengue. Su traslado fue mucho más difícil, pues hace una semana que el paraje donde vive fue afectado con otra inundación y está aislado. "El pueblo está lleno de gente que tiene los síntomas, y hay un solo médico", dijo uno de los parientes de Acosta al sostener que para llevarlo a la ambulancia, "tuvimos que llevarlo por el agua, que nos daba a la rodilla, por lo menos un kilómetro". Y es que el vehículo no podía cruzar por la inundación. Se sostuvo que en el paraje mucha gente tiene los síntomas, pero ante las imposibilidades de llegar, se queda con que solo es una fiebre más.
Fuente: Nuevo Diario de Salta - Domingo 5 de Abril de 2009
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