lunes, 28 de enero de 2008

Sobre el Art. del Diario La Nación publicado el 22 de Enero de 2007

El día 22 de enero de 2007, fue publicado en La Nación un articulo en la sección Economía que se titula “Se extienden las protestas en defensa del medio ambiente, Los incentivos para invertir chocan con la reacción social”. ( Click Aqui Para Leer http://pacoaguila.hostinggratisargentina.com/LN_22-01-08.pdf ).

La finalidad del contenido es realizar un diagnostico de los movimientos sociales en contra de las explotaciones mineras en el país. Si bien uno de los fundamentos del periodismo debe ser la transparencia y escuchar las dos campanas, es necesario fundamentar el origen de los movimientos sociales, haciendo referencia al daño irreparable que causa la minería a cielo abierto, los graves riesgos que corren los modelos económicos regionales y lo incompatible de estos proyectos con la actividad agrícola-ganadera y el turismo. Sin dejar de citar las enfermedades que causan a la población que habita en las zonas impactadas por la minería.

De esta manera se dejaría en claro que: “no es un capricho el oponerse a los proyectos mineros”. En este sentido sobran los malos antecedentes y testimonios de pobladores que fueren perjudicados por la irresponsabilidad y falta de raciocinio de las empresas.

La introducción “Los incentivos para invertir chocan con la reacción social” carece de serio si el concepto de invertir pretende hacer referencia a “desarrollo económico”. Toda inversión debe ir de la mano con un beneficio directo y sustentable, si se trata de sacar provecho de recursos naturales que pertenecen al pueblo. Más aún si hablamos de inversiones privadas que están exentas de impuestos y que únicamente tributa un 3% de regalías sobre lo que “declaran como extraído en boca de mina”.

Sin embargo al final del articulo la Cámara Argentina de Empresas Mineras, dice "El lenguaje tremendista y emocional que usan estas organizaciones llega más a la sociedad", si por tremendista y emocional es hacer conocer los daños que causaron a distintas poblaciones, en donde ocasionaron estragos económicos, sociales y de salud, es imposible pensar que esta gente habla con seriedad y ética moral.

Los invitamos a estos señores, muy humildemente, a abrir un debate serio y responsable, en donde de ambos lados sea posible argumentar y respaldar con documentación comprobable (antecedentes y testimonios) y de esta manera despejar la duda de “tremendista y emocional”.

Que el 82% de los niños que viven en Abra Pampa tenga plomo en la sangre o que los pobladores de Belén (Catamarca) que vivieron generaciones y generaciones de la tierra, hoy tengan que emigrar en busca de tierras fértiles no es “tremendista y emocional” es un daño irreparable que causaron las empresas mineras, gracias a los políticos corruptos de siempre.

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